La adolescencia es una etapa de grandes cambios: físicos, emocionales, sociales y de personalidad, que en algunos casos puede venir acompañada de sentimientos como tristeza, desmotivación, soledad. Estos sentimientos pueden afectar la vida diaria, el sueño, los estudios o las relaciones con amigos y familiares y sí no se manejan de manera adecuada pueden dar lugar a lo que se conoce como depresión adolescente.
En Kommit Psicología Montecarmelo ayudamos a adolescentes y familias de Fuencarral – El Pardo a entender y manejar estos sentimientos y a prevenir o tratar la depresión en adolescentes.
La depresión adolescente es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por tristeza persistente, desmotivación, pérdida de interés en actividades habituales, cambios en el apetito o sueño, y dificultad para concentrarse.
Aunque todos los adolescentes pueden sentirse tristes o desanimados en momentos puntuales, la depresión se distingue por persistir durante semanas o meses y afectar de manera significativa su funcionamiento diario.
Factores como cambios hormonales, conflictos familiares, presión académica, dificultades sociales y experiencias de pérdida o duelo pueden incrementar la vulnerabilidad a la depresión en esta etapa.
Durante la adolescencia, los jóvenes viven múltiples transformaciones:
Cambios físicos: desarrollo hormonal, cambios en la figura corporal, aparición del acné.
Cambios emocionales: mayor sensibilidad, irritabilidad o fluctuaciones en el ánimo.
Cambios sociales: presión por encajar, necesidad de pertenecer y miedo al rechazo.
Cambios cognitivos: desarrollo del pensamiento abstracto y la autocrítica.
Cambios de personalidad: búsqueda de identidad y deseo de autonomía.
Cambios familiares: necesidad de independencia y diferenciación, lo que puede dar lugar a conflictos.
El desarrollo del pensamiento crítico favorece dos fenómenos psicológicos pueden hacer que los adolescentes perciban incomprensión o aislamiento, aumentando la vulnerabilidad a emociones intensas.
1. Audiencia imaginaria: la sensación de que sus acciones están siendo observadas y analizadas continuamente por los demás.
2. Fábula personal: la creencia de que sus experiencias son únicas e incomprensibles para otros.
Los conflictos con el grupo y la familia, la comparación continúa, las presiones académicas junto a todos estos factores, convierte la adolescencia sea un periodo de riesgo para que la tristeza se convierta en depresión, afectando el bienestar emocional, el rendimiento escolar y las relaciones sociales.
Además, en la adolescencia la depresión puede venir junto a la ansiedad
La depresión en adolescentes es algo diferente a la depresión en adultos. Poder detectar las señales más frecuentes de la depresión en adolescentes a tiempo permite intervenir antes de que se cronifique. Algunos síntomas frecuentes son:
Más presencia de irritabilidad que tristeza: En adolescentes, la tristeza puede manifestarse como mal humor, rabia, enfado o frustración constante, más que como un llanto o una tristeza visible.
Presencia de síntomas somáticos más frecuentes: Los adolescentes suelen quejarse de dolores físicos (cabeza, estómago, fática intensa) sin causa médica clara. Esta puede ser la forma en la que su cuerpo expresa el malestar emocional.
Inseguridad sobre sí mismo y baja autoestima acentuadas: Los adolescentes, a menudo, tienden sentirse inferior, insuficiente o incapaz de alcanzar sus propias expectativas. Además, la comparación con los demás se torna más negativa y autocrítica,
La baja autoestima se manifiesta en un autodiálogo negativo, así como la percepción de no sentirse suficiente incluso en áreas donde antes se sentía seguro, la cual afecta a su motivación, a sus relaciones y a su capacidad de disfrutar de actividades cotidianas. Esta inseguridad puede aumentar el aislamiento o la dependencia emocional de otros.
Problemas de conducta o rebeldía aparente A veces, la depresión en adolescentes se manifiesta como desobediencia, aislamiento, descenso en el rendimiento y problemas escolares, consumo de sustancias… más que como una apatía típica. Esto es difícil de interpretar para padres y profesores que pueden ver el problema como rebeldía o falta de motivación, no como un trastorno del estado de ánimo.
Cambios bruscos en hábitos: En la depresión adolescente se observan alteraciones en el sueño, alimentación o pérdida de interés por actividades que antes les eran placenteras. Estos cambios son más intensos y repentinos que en la depresión adulta (insertar enlace)
Pensamientos sobre la muerte: Pueden aparecer como frases ambiguas, por ejemplo: “ojalá no existir”, “quiero descansar de todo”, “ya todo me da igual”, más que como una verbalización directa del deseo de morir, lo que exige especial atención.
Conductas de riesgo y autolesión: En algunos casos, la depresión en adolescentes puede ir acompañada de conductas de riesgo o de autolesión, especialmente cuando existe una profunda desesperanza o dificultad para expresar el malestar emocional. Estas conductas no siempre tienen una intención suicida, pero son una señal de sufrimiento y requieren atención profesional inmediata, independientemente de su causa.
Si observas varios de estos síntomas en tu hijo o hija, puede ser el momento de consultar con un psicólogo especializado en depresión adolescente en Montecarmelo, que le ayude a recuperar el bienestar emocional.
La terapia psicológica para la depresión en adolescentes busca comprender el origen y atender a los factores que mantienen el malestar, buscando ofrecer un espacio seguro donde el joven pueda expresarse, entender sus emociones y encontrar nuevas formas de afrontarlas. La terapia se adapta a cada adolescente y permite:
El proceso terapéutico comienza con una evaluación para comprender qué factores dan lugar a los síntomas depresivos y qué factores los están manteniendo: presión académica, dificultades de autoestima, conflictos con los amigos o con la familia, así como los cambios propios de la adolescencia. Este proceso pretende ayudar al adolescente a entender lo que le está ocurriendo, poner palabras a su malestar y poder empezar a dar sentido a sus emociones.
En terapia, no se trata solo de “quitar los síntomas”, sino de abordar lo que está generando ese sufrimiento.
El adolescente aprende a:
1) Reconocer y expresar sus emociones de forma más saludable.
2) Identificar desencadenantes que alimentan la culpa, la exigencia o la sensación de inutilidad.
3) Recuperar actividades y rutinas que le aporten bienestar y estructura.
4) Reconectar con sus intereses, valores y relaciones significativas.
El objetivo es que el adolescente la sensación de control sobre su vida, ganando confianza en sí mismo y desarrollando herramientas emocionales para enfrentarse a las dificultades presentes y futuras.
En Kommit Psicología Montecarmelo sabemos que el entorno familiar es clave para la recuperación. Por eso, también trabajamos con los padres para ayudarles a:
1) Entender mejor qué le ocurre a su hijo o hija.
2) Mejorar la comunicación y el clima emocional en casa.
3) Aprender a acompañar sin que los adolescentes se sientan presionados.
El trabajo conjunto entre adolescente, familia y terapeuta es lo que permite que los cambios se consoliden y la recuperación sea duradera.
En Kommit Psicología Montecarmelo, somos psicólogos especializados en depresión adolescente y acompañamos a jóvenes y familias para recuperar la calma, mejorar la convivencia y afrontar esta etapa con confianza y seguridad.
Si crees que tu hijo o hija podría estar viviendo depresión, contacta con nosotros.
Estamos en Montecarmelo (Fuencarral – El Pardo) y también ofrecemos terapia online.